Después de meses de calor y uso continuado de protectores solares cada dos horas, hemos acumulado impurezas en nuestra piel, obstruyendo los poros. Es el momento de detoxificar nuestra piel, una o dos veces por semana después de utilizar nuestro gel o mousse diario de limpieza facial, con mascarillas faciales de arroz negro, soja negra y sésamo negro, que liberan los poros y ayudan a eliminar los puntos negros. También soy muy útiles las mascarillas faciales de arcilla verde para limpiar el exceso de sebo, que se ha generado con el uso permanente de mascarillas de protección frente a la pandemia.
Además, es muy importante en esta época exfoliar nuestra piel con micropeelings a partir de activos como los alfahidroxiácidos, como el ácido láctico y el ácido glicólico, que consiguen unos resultados rápidos y visibles, sin ser agresivos, que podemos utilizar a diario por la noche en formato de serums, cremas o ampollas. Eso sí, siempre se recomienda en el caso de pieles sensibles, incorporar el uso de ácido glicólico poco a poco, iniciando el tratamiento cada tres días, pasando a días alternos, hasta que tu piel lo asimile y te lo puedas aplicar cada noche.
Por finalizar, se acerca el viento y bajan las temperaturas, que alteran nuestra barrera epidérmica, perdiendo nuestra protección e hidratación natural. Altamente recomendable mascarillas faciales hidratantes a base de ácido hialurónico, extracto de cactus, de alga roja o de caviar negro que es muy rico en vitaminas, proteínas y fosfolípidos, una o dos veces por semana, que refuercen vuestros tratamientos hidratantes diarios. Ideal para tener tu momento de relax, después de tu limpieza diaria.